Sexualidad

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad humana abarca tanto las relaciones sexuales (el coito) como el erotismo, la intimidad y el placer. La sexualidad es experimentada y expresada a través de pensamientos, acciones, deseos y fantasías.

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➡ ¿Qué es la sexualidad humana?

Podríamos definir a la sexualidad humana, como una serie de condiciones de tipo fisiológicas, anatómicas y psicológicas pertenecientes a cada sexo.

Todos los seres humanos somos seres sexuales. La sexualidad está integrada por la conducta sexual, el funcionamiento del cuerpo, el género, las actitudes y los valores. Es algo singular, en donde cada sujeto escoge como vivirla. 

La sexualidad estaría conformada por una suerte de interacciones biológicas, psicológicas, sociales, culturales, religiosas y espirituales.

Para Freud, la sexualidad tiene una importancia harto significativa.

En Tres Ensayos sobre la Teoría Sexual, Freud escribió acerca del desarrollo de la sexualidad y sus diferentes etapas.

La etapa oral, donde el placer se centra alrededor de la boca, la etapa anal, donde comienza con el control de esfínteres, la etapa fálica donde el placer se centra en los genitales, la etapa de latencia, este es un momento que se produce entre la niñez y la adolescencia.

Podremos observar como reaparece la sexualidad en la pubertad. Y por último la etapa genital. En este momento el cuerpo ha experimentado todos los cambios de tipo fisiológicos donde el sujeto focaliza su interés primordial en sus genitales.

Antiguamente los cambios producidos en el desarrollo de la sexualidad del individuo, no eran tenidos muy en cuenta por los padres. Por lo general, trataban de evitar hablar sobre ese tópico o tema.

👇 Tipos de sexualidad 

Actualmente se tienen en cuenta cinco aspectos cuando se habla de la sexualidad: el sexo, el género, la vinculación afectiva, el erotismo o deseo y la reproducción.

Los tipos de orientaciones sexuales que se reconocen hoy en día son:

Heterosexualidad. Es la más reconocida y aceptada por la sociedad occidental, ya que responde a mandatos tradicionales patriarcales y prejuicios religiosos difíciles de erradicar.

La persona heterosexual es aquella que siente atracción física y/o emocional por las personas del sexo opuesto.

Está además fuertemente justificada por los sectores conservadores por la necesidad de reproducción de la especie.

Homosexualidad. La persona homosexual es aquella que siente atracción física y/o emocional por personas del mismo sexo.

Un hombre homosexual se conoce coloquialmente con el término anglófono “gay”, mientras en el caso de una mujer se denomina “lesbiana”.

Bisexualidad. Hay estudios que afirman que todas las personas nacemos con una condición bisexual.

Prácticas de este tipo se conocen desde la Antigüedad en civilizaciones como la romana o la griega.

 La bisexualidad responde a atracciones física y/o emocionales por ambos sexos, y se da en hombres y mujeres.

Transexualidad. Son aquellas personas que sienten haber nacido en un cuerpo equivocado, que están convencidas emocionalmente de que no pertenecen al sexo biológico con el que nacieron.

Lo/as transexuales consumen estrógenos (hormonas) para transformar su cuerpo de manera paulatina, y algunos realizan una intervención quirúrgica para cambiar su sexo.

Además adoptan formas de vida similares a las del género de su identidad sexual (es decir de lo que sienten ser).

Asexualidad. Hay personas que no experimentan atracción sexual por ninguno de los dos sexos biológicos. Estas personas no tienen vida sexual ni cuentan con orientación al respecto. 

Aunque pueda parecer extraño en nuestra sociedad tan sexualizada, ser asexual no es una enfermedad ni un padecimiento.

Pansexualidad. Estas personas se sienten atraídas física y/o emocionalmente por otras sin considerar su orientación sexual, identidad o apariencia física. Les atrae “el ser humano” y su personalidad, sin importar los aspectos sexuales o de género.

Antrosexualidad. Se confunde con la pansexualidad, pero es algo bien diferente. Los antrosexuales desconocen su propia orientación sexual y a la vez se sienten atraídas por cualquier persona.

Demisexualidad. Son aquellos que solo desarrollan una atracción sexual si existe atracción emocional con la otra persona. No tiene que ver solamente con el amor romántico o de la pareja, sino que puede darse en una fuerte amistad.

Sapiosexual. Se sienten atraído/as por cualquier ser humano siempre que tenga una gran inteligencia. Les gustan aquellas personas -hombre o mujer- que tienen “algo de que hablar”.

Graysexual. Son aquellos que están entre la sexualidad y la asexualidad. Es decir que a veces sienten deseo y otras veces pasan grandes períodos sin él. Pueden ser hombres o mujeres de cualquier condición sexual.

Metrosexual. No es tanto una orientación sino un estilo de vida. Son hombres que cuidan en demasía su aspecto físico, se la pasan en el gimnasio, en la peluquería y se obsesionan con su higiene, salud y limpieza personal. Están al día con las últimas tendencias de la moda.

Lumbersexual. Es un nuevo estilo en hombres que se caracteriza por la identificación con el mito del rudo leñador. Suelen llevar barba, camisa a cuadros, vaqueros y un aspecto “cuidadosamente” desaliñado. Se ven en los catálogos de moda.

Spornosexual. Está de moda entre las personas conectadas en las redes sociales e internet. Se parece al metrosexual, pero éste además presume de sus músculos. Es un hombre bastante narcisista que le encanta mostrarse.

👇 Características de la sexualidad

     En cuanto a las características de la sexualidad, para una mejor comprensión las podríamos dividir en tres áreas: 1) La sociocultural 2) La de los valores 3) La psicológica.

• Sociocultural: Está conformado por lo que la sociedad construye. Eso involucra los roles, las diferentes formas de vincularnos, actividades elegidas, carreras profesionales, etc.

• La de los valores: Esto significa que los valor elegidos por la persona se ven manifestados en sus comportamientos o conductas, actitudes y sentimientos relacionados con lo sexual.

• La psicológica: Está área está conformada por los sentimientos, pensamientos, fantasías, deseos, afectos y la vivencia subjetiva del amor. 

➡ ¿Qué es el género y la sexualidad?

Género: Según la Organización Mundial de la Salud, el género hace referencia a “los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres”.

Podríamos decir que el sexo es algo biológico, el género es una construcción de tipo social.

Sexualidad: Está conformada por aspectos biológicos, psicológicos y sociales, que se relacionan con el sexo del individuo.

En el concepto de sexualidad, el sujeto o individuo es tomado en cuenta de manera integral o total.

Muchas veces se confunde el sexo con la sexualidad, pero lo que llamamos sexo se refiere a un aspecto de la sexualidad que sería únicamente el biológico.

Para resumir, podríamos decir que la sexualidad estaría integrada por lo biológico (sexo), lo sociocultural (género) y lo psicológico (identidad de género y orientación sexual)

La identidad de género: Es la conciencia de pertenencia al sexo masculino o femenino, más allá de las características biológicas con la que haya nacido. Por ejemplo, una persona puede haber nacido con sexo femenino, pero se siente hombre y viceversa.

Orientación sexual: Se encuentra estrechamente vinculado con quienes te atraen y con quienes tendrías una relación emocional, sexual y afectiva.

➡ Sexualidad en la adolescencia

 La sexualidad en la adolescencia es aquella en la que el joven se desarrolla física y mentalmente, adquiriendo los caracteres sexuales secundarios (los que no tienen que ver con el órgano reproductor, como la nuez en los hombres o el ensanchamiento de las caderas en las mujeres)

y desarrollando el pensamiento maduro; pero también despierta un comportamiento sexual, que se transforma en un ser sexual.

La sexualidad no sólo tiene que ver con el acto de reproducirse, sino que representa la generación de deseos, sentimientos, fantasías y emociones,

es decir, el desarrollo de una identidad sexual, que se puede definir como aquella parte de la identidad del individuo que le permite reconocerse y actuar como un ser sexual.

Adolescencia media (14-17 años)

El adolescente ya está casi completamente desarrollado, sus órganos sexuales están listos para la reproducción y el deseo sexual se incrementa.

En esta fase se desarrolla una sensación de invulnerabilidad y fortaleza que inducen al joven a comportarse de una forma narcisista. Se empieza a buscar el contacto habitual con el otro sexo y pueden llegar las primeras relaciones sexuales.

El adolescente no sólo responde a sus impulsos sexuales, sino también a su narcisismo, es decir, pone a prueba la propia capacidad de atraer al otro.

También se considera que durante esta etapa se produce el auge de las fantasías románticas.

Las relaciones sociales fuera del entorno familiar, especialmente con amigos, empiezan a tener preponderancia, por lo que el adolescente contrapone los valores y la educación sexual recibida de sus padres con la de sus amigos 

(en muchas ocasiones llenas de mitos derivados de la poca o nula experiencia sexual), lo que puede acarrear riesgos, si a esto se suma que el adolescente aún no ha desarrollado del todo el pensamiento abstracto y en algunas ocasiones le cuesta pensar en las consecuencias de sus actos.

Además, al no haber desarrollado por completo el pensamiento adulto, el adolescente utiliza los sentidos para expresar sus emociones. 

Adolescencia tardía (17-21 años)

El adolescente se ha desarrollado por completo, física y psíquicamente. La capacidad de pensar en abstracto y de ser consciente de las consecuencias futuras de los actos hace que el joven pueda mantener relaciones sexuales maduras y seguras.

El deseo ya no sólo responde a un estímulo o pulsión sexual, sino que el adolescente, ya adulto, comienza a buscar otros valores en sus relaciones sociales, como la confianza o la reciprocidad. 

👩🏻 Sexualidad femenina

La sexualidad femenina comprende una serie de conductas y procesos que abarcan factores de tipo fisiológicos, psicológicos, socioculturales, religiosos y espirituales.

Algunas características

• Lo emocional: Para poder tener un vínculo sexual son muy importantes los aspectos afectivos y sentimentales, así como el contexto previo a la relación.
• Estimulación: Al comienzo, suelen tener una preferencia las estimulaciones auditivas y táctiles acompañadas de caricias y besos. Luego, se van agregando otras zonas del cuerpo incluyendo los genitales, generando un incremento de la excitación.
• La importancia del clítoris: Podríamos decir que el clítoris, es el órgano del aparato genital femenino.

La comunidad científica ha ignorado hasta no hace mucho tiempo, la importancia que tiene el clítoris para proporcionar placer.

Esto se debe, a que cuando se hablaba de los genitales femeninos, se referían exclusivamente a la vagina.

Hoy se sabe, que el clítoris está conformado por miles de terminaciones nerviosas y se caracteriza por su gran sensibilidad. La única función que tiene es la de generar placer. 

• Autosatisfacción: Es fundamental que la mujer conozca las zonas de su cuerpo que lo ocasionan placer. Esto le permitiría con posterioridad, poder comunicar a su pareja que es lo que más le agrada sexualmente. De esta manera podrá conseguir una máxima satisfacción. 

El desconocimiento por parte de la mujer sobre las áreas de su cuerpo que le dan más placer, la conducen a hacerle creer que es el hombre el que debe saberlo. 

De ahí, que a veces la mujer está en una posición pasiva dejando al hombre que supuestamente “sabe” lo que tiene que hacer. Es importante que la mujer sepa lo que desea, para poder transmitirlo a su pareja con claridad.

• Autoexigencia u obligación: A la hora de tener una relación sexual, es necesario tomar conciencia que la exigencia u obligación no es precisamente el mejor camino. Dado que, sentirse obligado, nos lleva a una disminución de nuestro deseo o apetito sexual. 

Hacer algo por esfuerzo u obligación, es como caminar con una gran carga. Hacer algo por deseo, es ir por la vida ligero de equipaje.

👨🏻 Sexualidad masculina

La sexualidad masculina ha tenido una serie de mitos, que no suelen ajustarse a la realidad. Algunos de ellos son:

el hombre siempre está dispuesto a la relación sexual, tiene un exceso de su libido, es más instintivo, es el encargado de hacer gozar a su pareja, etc.

Algunas caraterísticas

1. Lo psicológico: El hombre puede sentir la presión de tener un buen desempeño. Está presión, le puede producir ansiedad por sentir que carga con la responsabilidad de satisfacer a su pareja.
2. Estimulación: La estimulación de la zona genital es muy importante para la excitación. Puede estar acompañada por el contacto con su boca, pelo, oreja, piel, cuello, pecho, etc.
3. Genitales: La zona genital del hombre, es la que le brinda más placer. Actualmente, se ha estudiado que hay una zona entre el ano y el escroto llamada perineo, que es una fuente de excitación importante.
4. Masturbación: Es una práctica muy habitual en el hombre. Esta consiste en generarse placer mediante una estimulación directa. Se encuentra vinculada con el autoerotismo.
5. Tamaño del pene: Una de las preocupaciones más comunes es el tamaño de su pene. Esto se debe a que asocian su virilidad con el tamaño. En general, la mayoría de los hombres, cuentan con un tamaño normal que no les representa ningún inconveniente a la hora de mantener relaciones sexuales.

➡ Tipos de asexualidad

               La asexualidad es la ausencia del deseo sexual en una persona de forma estable.

1. Asexuales arrománticos: No experimentan deseo sexual ni amor romántico por otras personas.
2. Asexuales románticos: No experimentan deseo sexual pero si experimentan amor romántico hacia las personas.
3. Asexualidad gris: En este caso puntual de asexualidad, existe deseo sexual pero en una intensa muy baja. El deseo sexual puede surgir pero se apaga rápidamente.

➡ Etapas de la sexualidad según Freud

1. Etapa oral: Esta etapa dura aproximadamente hasta el año y medio de vida. La boca es el lugar donde está la búsqueda de placer.
2. Etapa anal: Luego de la etapa oral aparece la anal hasta alrededor de los 3 años de edad. Esta etapa se caracteriza por el control de esfínter en el defecar.
3. Etapa fálica: Se da entre los 3 y los 6 años, y la zona erógena es la de los genitales. El placer está relacionado con el de orinar. Hay curiosidad por las diferencia en la forma de los genitales entre niños y niñas.
4. Etapa de latencia: Está etapa comienza alrededor de los 7 años y se va a extender hasta el inicio de la pubertad. Hay como una especie de congelación de las experimentaciones sexuales. Estaría más camuflada que las anteriores etapas. Aparece el pudor y la vergüenza.
5. Etapa genital: Va desde la pubertad en adelante. La zona erógena son los genitales, pero el sujeto ya se ha desarrollado como para poder expresar la sexualidad a través de vínculos. Estamos hablando del nacimiento de la sexualidad adulta.

➡ ¿Cómo cuidar de la sexualidad en la adolescencia?

Es fundamental, que los padres hablen sinceramente con sus hijos adolescentes, acerca del desarrollo sexual, el deseo sexual, la identidad sexual, los cuidados que hay que tener, etc.  

Algunos ideas a tener en cuenta

Prevención: Si el adolescente decide tener relaciones sexuales, es muy importante que tome medidas de prevención, como por ejemplo el uso del preservativo.

De esta manera, podrá evitar todo tipo de enfermedades de transmisión sexual como así también el embarazo.

No es un juego: Tener relaciones sexuales no es un juego. Es necesario pensarlo muy bien teniendo en cuenta los propios valores y la información profesional otorgada por un profesional de la salud.

Información: Actualmente las personas son bombardeadas por un montón de información acerca de la sexualidad.

Es importante el acompañamiento de los padres a un profesional de la salud que se especialice en el tema y le pueda brindar toda  la información pertinente.

Lo psicológico: La parte emocional, el sentirse querido, respetado y la confianza son fundamentales a la hora de tener un vínculo sexual. En caso de que el adolescente sienta que no es el momento, la abstinencia también podría ser una opción.

La masturbación: La masturbación es normal y es la forma de tener un reconocimiento de las zonas de placer de nuestro cuerpo.

Había mitos, respecto a que por la masturbación nos podemos quedar ciegos, locos, estúpidos, retardar el crecimiento, dañar los genitales, etc. Hoy la ciencia sabe, que los mitos anteriormente señalados, son totalmente falsos.