En nuestra sociedad occidental, se preconiza el modelo de la juventud, la belleza, y el rendimiento o productividad. Se deja de lado lo que tenga que ver con la vejez o con el proceso de envejecimiento natural que tiene un ser humano.
Podríamos decir que la juventud sería lo más deseable o buscado, mientras que la vejez es lo no deseado o evitado.
Índice de contenidos
Períodos del Ciclo de la vida del ser Humano
Todo organismo vivo atraviesa el proceso de nacimiento, crecimiento, reproducción, envejecimiento y muerte.
Para una mejor comprensión vamos a dividir el ciclo de la vida del ser humano en períodos y a ver de qué se trata cada uno.
Periodo prenatal
Abarca desde el momento de la concepción hasta el nacimiento del individuo.
Período de la infancia
En este período se produce una serie de cambios motrices, el tema del lenguaje, la expresión de sus sentimientos, y cierta autonomía.
Período de la niñez
Existe un crecimiento de lo físico, mejor manejo del mundo simbólico incluyendo el lenguaje, y la capacidad de tipo cognitiva.
Hay un fortalecimiento de la autoimagen y el concepto de sí mismo (identificaciones). Luego va a continuar avanzando en el proceso de simbolización, la lectura, matemáticas y una forma de pensar más lógica.
Período de adolescencia
La adolescencia se va a producir entre la niñez y el mundo del adulto. En este proceso de transición va a existir la maduración sexual, y una suerte de preparación para ingresar a la adultez.
Generalmente, el adolescente busca por un lado ir independizándose de los padres, y por otro busca el sentido de pertenencia familiar.
Período de Juventud
Durante este período surgen diferentes situaciones que hay que resolver. Algunas de ellas son: la vocación, la carrera a elegir, el tema laboral, la elección de pareja, el querer ser padres, etc.
Período de madurez
En este período, por lo general el individuo toma conciencia como el tiempo se le va escapando. Se da el último crecimiento del cuerpo humano.
Existe suficiente madurez para tomar decisiones de tipo familiares, laborales, de pareja, económicas, financieras, etc.
Período de la adultez:
Se caracteriza por la máxima responsabilidad que pueda tener. Requiere saber adaptarse a cambios psicoemocionales, sociales, laborales, familiares, etc.
Período de la vejez:
El sujeto necesita poder ajustarse a todos los cambios que la vida le trae a cada momento. Esto incluye lo físico, emocional, social, familiar, relaciones personales, etc. Existe como una suerte de balance de todo lo hecho hasta ahora, y el encuentro con la futura muerte es un tema fundamental.
Como se va a enfocar, va a estar relacionado con la personalidad del individuo y la actitud que ha tenido en afrontar las vicisitudes de la vida.
Véase también: miedo a la muerte
El envejecimiento según la Organización Mundial de la Salud (OMS)
El envejecimiento es un proceso normal propio del ciclo vital, en el cual se producen cambios a nivel biológico, derivados de la edad y no debidos a la influencia de enfermedades o de factores de riesgo de tipo ambiental.
La OMS señala la importancia de promover un envejecimiento activo, definido como el «proceso de hacerse mayor sin envejecer mediante el desarrollo de actividades físicas, sociales y mentales», impulsando para ello, medidas orientadas a fomentar la participación activa de los mayores en la sociedad, garantizando así la mejora en el bienestar y la calidad de vida de estas personas.
¿Qué se entiende por envejecimiento digno?
Es el envejecimiento en donde se valora al ser humano, tanto en la relación, como en el trato y el respeto. El tema del buen trato, respeto y reconocimiento del ser humano, se encuentra vinculado con el proceso de concientización.
Interacción de personas de diferente generación
La relación entre personas de diferente generación, ayuda a nutrir el vínculo y flexibilizar ciertos patrones o condicionamientos.
Por eso, los vínculos de tipo intergeneracional entre individuos mayores y niños, sirven para dinamizar el valor que tiene la vida en sí misma, sin importar género, ni edades.
La promoción del envejecimiento activo hace que las sociedades vayan incorporando y adaptándose al proceso de envejecimiento,
pudiendo romper estereotipos o prejuicios que se tienen acerca de la vejez.
La actividad física en los adultos mayores según la OMS
Niveles recomendados de actividad física para la salud de 65 años en adelante
Para los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos caminando o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona todavía desempeña actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.
Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y funcional, y de reducir el riesgo de ENT (enfermedades no transmisibles), depresión y deterioro cognitivo, se recomienda que:
- Los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
- La actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
- Que, a fin de obtener mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades dediquen hasta 300 minutos semanales a la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de actividad física aeróbica vigorosa, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
- Que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.
- Se realicen actividades que fortalezcan los principales grupos de músculos dos o más días a la semana.
- Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.
Actividad física para todos
Estas directrices son válidas para todos los adultos sanos de más de 65 años. También se aplican a las personas de esas edades con ENT crónicas.
Las personas con determinados problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y diabetes, pueden tener que tomar más precauciones y consultar al médico antes de intentar alcanzar los niveles recomendados de actividad física para los adultos mayores.
Los adultos mayores pueden acumular el total de 150 minutos semanales de diversas maneras.
El concepto de acumulación hace referencia a la meta de totalizar 150 minutos de actividad a base de intervalos de al menos 10 minutos cada uno a lo largo de la semana, por ejemplo realizando 30 minutos de actividad de intensidad moderada cinco veces a la semana.
Estas recomendaciones son válidas para todos los adultos mayores, independientemente de su sexo, raza, origen étnico o nivel de ingresos.
Las recomendaciones son extensivas a los adultos mayores con discapacidad, siempre y cuando se adapten a cada persona en función de su capacidad de ejercicio, de sus limitaciones y de los riesgos específicos para su salud.
Los adultos mayores inactivos o con enfermedades limitantes verán mejorada también su salud en alguna medida si pasan de la categoría «sin actividad» a la de «cierto nivel» de actividad.
Los adultos mayores que no siguen las recomendaciones de realización de actividad física deberían intentar aumentar la duración, la frecuencia y,
finalmente, la intensidad como meta para cumplirlas.
Efectos beneficiosos de la actividad física en los adultos mayores
En general, la evidencia disponible demuestra de forma contundente que, en comparación con los adultos mayores menos activos, hombres y mujeres, las personas mayores físicamente activas:
Presentan menores tasas de mortalidad por todas las causas, cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2,
cáncer de colón y de mama, y depresión, un mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular, y una mejor masa y composición corporal.
Tienen un perfil de biomarcadores (sustancia utilizada como indicador de un estado biológico) más favorable para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y la mejora de la salud ósea, etc.
Presentan una mayor salud funcional, un menor riesgo de caídas, unas funciones cognitivas mejor conservadas, y un menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves.
Bibliografía: https://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_olderadults/es/
Entendiendo el envejecimiento
Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es la consecuencia de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, un aumento del riesgo de enfermedad, y finalmente a la muerte.
Ahora bien, esos cambios no son lineales ni uniformes, y su vinculación con la edad de una persona en años es más bien relativa. Si bien algunos septuagenarios disfrutan de una excelente salud y se desenvuelven perfectamente, otros son frágiles y necesitan ayuda considerable.
Además de los cambios biológicos, el envejecimiento también está asociado con otras transiciones de la vida como la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas, y la muerte de amigos y pareja.
En la formulación de una respuesta de salud pública al envejecimiento,
es importante tener en cuenta no solo los elementos que amortiguan las pérdidas asociadas con la vejez, sino también los que pueden reforzar la recuperación, la adaptación y el crecimiento psicosocial.
Benificios de la Psicomeditación en la tercera edad
Los beneficios que la psicomeditación nos ofrece se hacen extensivos a diferentes áreas: La psíquica, la del cuerpo y la del mundo exterior o social.
Es obvio que las mismas no están separadas como compartimentos estancos, sólo a los fines de su estudio la hemos dividido de esa manera.
En el área psíquica podríamos incluir las depresiones, las angustias, las ansiedades, los miedos irracionales, las obsesiones, etc.
Al producir –por medio de la psicomeditación– un grado importante de relajación psicosomática, los síntomas muchas veces comienzan a disminuir, provocando mucho menor sufrimiento.
En el área del cuerpo están las típicas enfermedades psicosomáticas como, por ejemplo: hipertensión arterial, asma bronquial, taquicardias, úlcera péptica o de duodeno, enfermedades de la piel, etc.
La psicomeditación ha resultado muy efectiva, favoreciendo los procesos de autoregulación que el organismo posee.
El área del mundo exterior o social estaría estrechamente vinculada al contacto comunicacional con el otro, ya sea tanto a nivel verbal, como no verbal (gestos, expresiones, etc).
Esto resulta fundamental para las relaciones humanas (de pareja, con amigos y otras).
La psicomeditación ha influido notablemente a mejorar la posibilidad de expresión verbal y corporal con nuestros semejantes.
Sería injusto si dejara de mencionar que también es una poderosa herramienta para erradicar los hábitos nocivos (tabaquismo, alcoholismo, consumo de drogas y obesidad, entre otros).
Algunas personas que practican diariamente comentan que han podido dormir mucho mejor, dejando de estar en vela hasta altas horas nocturnas; por lo tanto, parece ser muy eficaz en relación al insomnio.
Me parece significativo resaltar que la psicomeditación favorece enormemente a que el organismo pueda recuperarse a través de sus procesos autoregulatorios, conduciendo esto a una considerable disminución del stress.