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Autoconocimiento Emocional

¿Quién soy yo?

septiembre 22, 2020
quien soy yo

El tema de saber «Quién soy yo», es fundamental para el autoconocimiento. Va a ser la base donde construyamos nuestra vida, de ahí que no es lo mismo construir sobre arena que sobre roca firme.

Construir sobre arena, representaría el desconocimiento de «quién soy yo» y nos conduciría a generarnos sufrimientos innecesarios. Sin embargo, construir sobre roca firme, nos llevaría a una verdadera armonía entre lo que sentimos, pensamos y actuamos.

A continuación, voy a darles 6 sugerencias que nos van a permitir ir descubriendo quienes realmente somos.

6 sugerencias para saber quién soy yo

A continuación tienen 6 sugerencias para indagar en lo profundo de nuestro ser y poder saber «Quién soy yo realmente» .

No hay identidad sólo identificaciones

La identidad, como decía un profesor que tuve en la Universidad de Psicología, está en la cédula o identificación personal nada más.

quien soy yo

Con eso estaba diciendo o, tal vez, cuestionando la existencia en principio de una propia identidad. Sin embargo, él decía que sólo había identificaciones, y con esto se refería a que la identificación era el medio para tomar algo prestado de alguien y después hacerlo propio.

Es como si creyéramos que nuestro jean, el que usamos diariamente, formase parte de nuestra pierna, en vez de considerarlo solamente como una prenda de vestir.

Con las identificaciones vamos poniéndonos distintos ropajes y algunos que tomamos comúnmente los hacemos carne.

Habitación y muebles

Me gustaría tomar como analogía algo que menciona el escritor y traductor Armando Clavier en uno de sus libros sobre Krishnamurti. Nos dice que la mente es una suerte de habitación y que los pensamientos serían los muebles.

quien soy yo

Cuando uno nace,  ya tiene de antemano adjudicados ciertos muebles (el nombre, las  tradiciones familiares, culturales, etc.).

Poco a poco, el individuo se va encontrando con todos esos muebles y empieza a adherirse o apegarse a ellos. Luego comienza a decirse, tomando el ejemplo anterior: “Yo soy Roberto, argentino…”

Yo no soy eso

En realidad YO NO SOY ESO, aunque “ESO” me lo han introducido a través de la repetición. Tengo la libertad de poder decir que YO SOY MÁS QUE “ESO” y  comenzar una deconstrucción o descondicionamiento de todo a lo que me había identificado para entonces poder construir lo que realmente desee.

En La Joya del Discernimiento, el maestro oriental Sankara, hablando sobre el Vedanta nos dice: “No es eso”, “No es eso”, queriéndonos decir que nosotros no somos sólo el nombre, las tradiciones y los condicionamientos que nos vienen dados; que nuestra esencia es más que todo eso, pero hay que develarla.

¿Construir sobre arena o roca firme?

La respuesta tendría forma de pregunta: ¿Qué representa la arena? y ¿Qué representa la roca firme? La arena representaría los cimientos que no aseguran una construcción adecuada; simbolizaría construir sobre nuestro mundo mental, mientras que la roca representaría poder construir sobre la base de una percepción

quienes somos realmente

Pura u Holística. Nuestra percepción es Pura u Holística cuando la mente se silencia a sí misma, no cuando es forzada a silenciarse.

Consuelo Martín explica en su libro El Silencio Creador, que dar vueltas y vueltas con el viejo instrumento que es el pensar, es una calle sin salida: “El pensamiento nos esclaviza al tiempo, a  las estructuras viejas del pasado, creando esa historia imaginaria a la que llamamos inapropiadamente realidad”.

Cuando nos sentamos para poder producir el silencio mental, nos encontramos con un flujo de pensamientos que se podrían asemejar a ratas enloquecidas y agresivas. Tal como afirma Satprem en el libro Sri Aurobindo o la Aventura de la Conciencia, también es fundamental tanto la paciencia como la obstinación y sobre todo, no luchar contra la mente, dado que ese es el principal error.

Realidad mental o realidad fáctica

La realidad mental está formada por todo lo que fantaseamos, interpretamos, imaginamos, especulamos, pensamos, sentimos, etc.

El hombre que se encuentra permanentemente identificado con su pensamiento y cree o siente que es sólo eso, está plenamente confundido. Mientras que la realidad fáctica está compuesta de hechos. Imaginemos que en este momento está lloviendo copiosamente; es indudable que estaríamos ante la realidad fáctica o de los hechos. Pero si comenzamos a pensar que el día es horrible o que es un día triste, nos encontraríamos en la realidad mental, debido a que estamos interpretando, pensando y sintiendo sobre la lluvia.

Otras personas, por el contrario, podrían pensar que es un día romántico y especial para disfrutar en pareja. Es evidente que existen tantas realidades mentales como personas, pero la realidad fáctica es una sola; es el hecho concreto de que está lloviendo.

Es difícil poder comprender la realidad mental de nuestros semejantes, debido a que sentimos y creemos que las cosas son solamente como las pensamos nosotros.

La realidad mental sería como unas lentes o espejuelos que nos ponemos para observar la realidad fáctica. Lo que sucede, es que muchas veces nos olvidamos que tenemos esos espejuelos puestos y damos por sentado que la realidad fáctica es como la vemos nosotros.

Los espejuelos que nos permiten ver la realidad fáctica son nuestros pensamientos, sentimientos, emociones e imágenes.

Vivir con lo que realmente somos

Esos espejuelos comienzan a formarse desde nuestra niñez y llegamos a creer que son como parte de nuestro cuerpo. Al empezar a tomar conciencia de que todos tenemos espejuelos puestos, se incrementa nuestro nivel de tolerancia, bajamos nuestra ansiedad de querer tener siempre la razón y podemos escuchar mejor a los demás.

Esto nos va a llevar a saber mucho más de los otros y a entender su modo de pensar y sentir. De esa forma, la vida se convierte en un aprendizaje.

Resultaría muy interesante poder quitarnos por algún momento nuestros espejuelos y lograr percibir la realidad fáctica de manera más directa. Sería muy beneficioso ponerse en contacto con la naturaleza (mar, montaña,  campo, bosque…), porque nos produciría una renovación de energía. Todo eso lo podemos generar cuando podemos soltar la realidad mental por un período de tiempo. Al regresar a la realidad mental nos sentiremos más lúcidos y creativos, y podremos tener presente que, como afirma Richard  Carlson en su libro Usted Sí Puede Ser Feliz Pase lo que Pase, “Mis pensamientos son sólo pensamientos”. No olvidemos que los hechos se producen en la realidad fáctica, pero cada individuo los lleva a su propia realidad mental, diferenciándose de otros individuos.

Al poder percatarnos de la individualidad de cada ser humano, comenzará a surgir más humildad y mayor respeto por las diferencias de opiniones que tenemos con los demás.

El ser humano tendría que darse cuenta dónde la realidad mental es muy necesaria y dónde puede generarle sufrimiento.

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