
Es posible que muchos ustedes alguna vez, hayan escuchado hablar de lo que se conoce como Psicología Inversa. A continuación, vamos desarrollar de manera sucinta el ABC de dicho tópico.
Índice de contenidos
¿Qué es la Psicología Inversa?
La Psicología Inversa, es una técnica que se basa en lograr que individuo tenga una conducta determinada, sugiriéndole que haga exactamente todo lo contrario.
La Psicología Inversa, es el nombre popular con la que se conoce la Técnica de Intención Paradójica, cuyo creador fue el Dr Viktor Frankl.
En la Terapia Cognitiva Conductual, se suele utilizar en algunos pacientes que tienen determinada patología o enfermedad mental, la Técnica de Intención Paradójica o Psicología Inversa.

La Ley del Esfuerzo Invertido del Dr Emile Coué
El Dr Emile Coué, fue un médico Psiquiatra y Farmacéutico francés nacido en el año 1857. Fue el que introdujo el término sugestión. El nos decía que toda sugestión en definitiva era una autosugestión.
Dio a conocer tres leyes de la Sugestión, donde la segunda Ley denominada la del Esfuerzo Invertido, podríamos vincularla muy estrechamente con la Intención Paradójica o la Psicología Inversa.
Ley del Esfuerzo Invertido:
Cuando una persona piensa que no puede hacer algo y luego lo intenta, cuanto más trata, menos puede hacerlo. Cuando un estado mental es tal que se piensa “me gustaría hacer esto, pero no puedo” entre más se intente realizarlo, menos posible será llevarlo a cabo, así sean muchas las ganas de hacerlo.
Dice el Dr Emile Coué: “Cuando la imaginación y la fuerza de voluntad están en conflicto, son antagónicas, siempre es la imaginación la que gana, sin excepción.”
La Prescripción Paradójica
La prescripción paradójica busca suspender la sucesión sintomática y presentar una nueva percepción desde la perspectiva sistémica. Una prescripción paradójica prescribe explícitamente la función que ha cumplido el síntoma, de allí que muchas personas ofrezcan resistencia al cambio. (Selvini Palazzoli: 1990).
Por ejemplo, a un paciente con manifestaciones de rituales prenocturnos, como son tener que controlar repetidas veces que las llaves del gas o agua están cerradas, o tener que colocar de un modo siempre igual y exacto los zapatos antes de dormir, se le prescribió: a) hacer todas las noches, voluntariamente y con suma atención, el gesto de cerrar los grifos y las llaves de paso del gas y del agua un número determinado de veces con cada una de las manos; b) poner los zapatos como siempre los había puesto, pero invirtiendo la dirección de la punta.
Con estas prescripciones se obtuvo al término de dos semanas la extinción completa de los rituales prenocturnos. Las prescripciones paradójicas, igual que las indirectas, poseen un gran poder de evitación de la resistencia. Son por ello de gran utilidad en la fase prioritaria de ruptura del sistema que controla el problema. Para saber más lee «El arte del cambio» (Editorial Herder) del creador de la Terapia Breve Estratégica, Giorgio Nardone, de cuyo libro se ha extraído este extracto.
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La Logoterapia y la Intención Paradójica
La Logoterapia es una Psicoterapia que fue creada por el Dr. Viktor Frankl, que se basa en la voluntad de sentido del ser humano como fuente primordial de su motivación. Este tipo de terapia ha abrevado las aguas de la filosofía existencialista.
La capacidad de autotrascendencia es el fundamento de la técnica que denomina Frankl ‘intención paradójica’. La intención paradójica consiste, en esencia, en hacer desear al paciente justo aquello que teme, en ‘romperle los esquemas’, de modo que el paciente al final sea capaz de bromear respecto de sus propios síntomas, de ponerse a distancia de ellos y contemplarlos humorísticamente. «En cuanto el paciente deja de luchar contra sus obsesiones y, en vez de ello, trata de ridiculizarlas, al aplicarles la intención paradójica, se rompe el círculo vicioso. El síntoma de debilita y finalmente se atrofia (. . .) Ahora bien, esto es posible si no es mediante un cambio en la orientación del paciente hacia su vocación específica y su misión en la vida». (El hombre en busca de sentido. Herder, Barcelona 1991).
Osho y la aplicación de la Intención Paradójica
DESPLEGAR EL HÁBITO CONCIENTEMENTE
Me presentaron a un profesor, era un hombre muy versado, sensible, sensato, pero sufría mucho porque caminaba como lo hacen las mujeres. Todo el mundo se reía de él, se sometió a psicoanálisis, fue hospitalizado, pero nada dio resultado. Y cuanto más lo intentaba, o más empeño ponía en no caminar así, menos lo lograba, de modo que se hallaba totalmente confuso. Le acompañaron ante mí y le dije, «no luches contra el hábito. Al contrario, despliégalo conscientemente.
Cuando vayas por la calle, camina como una mujer. Trata de caminar como una mujer». El dijo, ¿qué es lo que estás diciendo? Ya tengo suficientes problemas y si trato de andar de esa manera tendré aún más. Por eso le dije, has tratado siempre, durante veinte años, de no caminar como una mujer. Prueba ahora con lo contrario.
El sentía vergüenza de hacerlo. Lo intentó, pero no pudo caminar. Dijo, ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Qué es lo que has hecho? ¿Has hecho algo? ¡Es un milagro! lo estoy intentando y soy incapaz de caminar como una mujer.
Le dije, vete y sigue con ello. Ve a tu colegio, trata siempre de caminar como una mujer.
Por la noche volvió, estaba radiante y dijo, ¿cómo voy a poder agradecértelo? parece imposible, pero es un milagro. El truco ha funcionado.
En el instante en que centras tu atención en un hábito mecánico, éste se detiene porque un hábito mecánico se nutre de tu inconsciencia. La fuerza de voluntad no funciona aquí. ¡El ser consciente sí! y acuérdate de la diferencia: con la fuerza de voluntad comenzarás a luchar contra el hábito, y si tratas de luchar contra el hábito, lo has aceptado de hecho. Cuando te digo que lo hagas conscientemente, quiero decir que no has de luchar con él.
Dale pleno soporte, no seas anti-hábito. Caminas por la calle: préstale toda tu atención. Hazte uno con el caminar; sé consciente de lo que estás haciendo. Primero la pierna izquierda, luego la derecha; se mueven. Siente cada instante conscientemente. Permanece en el momento, no le permitas a tu mente el que se centre en otra parte. Si la mente se distrae debido a viejos hábitos, tráela de nuevo. No te sientas frustrado si la mente se distrae, no digas, «es imposible, no puedo hacerlo». Haz que tu mente regrese. Inténtalo de nuevo y antes o después empezarás a sentir ciertos instantes, por muy escasos que sean, en los que conocerás el sabor del presente.
Estás tumbado en tu cama a punto de irte a dormir: percibe este estar tumbado en la cama. Siente la sensación de la cama, la caricia de las sábanas y los sonidos de tu alrededor, el ruido del tráfico o de cualquier cosa que esté sucediendo. ¡Siéntelo! quédate así, no pienses, solamente siente. Permanece en el presente, y en este estado de puro sentir, duérmete. Esa noche soñarás menos, tendrás un sueño más profundo. Por la mañana te despertarás más fresco.
Para finalizar, me gustar recordar las breves palabras del Psiquiatra Suizo Carl Jung que son una verdadera síntesis del tema que hemos tratado:
“Todo lo que resistes, persiste”