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Autoconocimiento Emocional

¿Cuántos pensamientos tenemos por día? ¿Somos pensados?

mayo 7, 2020
cuantos pensamientos tenemos

Alguna vez se habrán preguntado, ¿cuántos pensamientos tenemos por día? Puede que sí o puede que no, lo importante es saber que una gran parte de los pensamientos que circulan por nuestra cabeza, pueden ser muy tóxicos.

En este artículo te explicamos todo sobre los pensamientos, cómo observarlos, cómo aprender a no identificarte con ellos, y ¡mucho más!

¿Cuántos pensamientos tenemos por día?


El ser humano promedio tiene alrededor de cincuenta mil pensamientos diarios
que arriban a su mente y muchos de ellos son sumamente tóxicos.

CINCUENTA MIL PENSAMIENTOS DIARIOS

Si pudiésemos pensar todo lo que realmente queremos, no tendríamos estrés, miedos, ansiedades ni depresiones. Sin embargo, los hechos nos demuestran que los pensamientos “nos piensan”, es decir, que ellos arriban a nuestra conciencia más allá de nuestra propia voluntad.

Conviene tener claro que el hecho de querer dominar los pensamientos provocaría un conflicto mucho mayor. Esto ocasionaría una especie de pelea o guerra entre los pensamientos, lo que paradójicamente, nos alejaría del camino hacia la paz interior.

Al comprender que los pensamientos son como nubes errantes en el cielo de nuestra mente, dejaremos de combatirlos y adoptaremos una posición mucho más calmada y serena.

Si dejamos que los pensamientos “piensen” lo que quieran, recordando que son solamente pensamientos, poco a poco perderán su poder ante nosotros.

Es como ver una película de terror: La primera vez provoca mucho miedo, pero cuando la volvemos a ver más de una vez, el miedo cada vez es menor. Y si la viéramos muchas veces el miedo probablemente se disolvería por completo.

¿Puede el pensamiento percibir su propia peligrosidad?

Para Krishnamurti, el pensador o el yo que piensa y controla su pensamiento, en realidad no existe. El pensamiento se divide en pensamiento y pensador con el objetivo de darse permanencia y, por lo tanto, continuidad.

Si un pensamiento no tuviera encima aquel que lo controla o lo manipula, nacería, crecería hasta morir y desaparecería en la nada. Pero como el mismo pensamiento necesita continuar, se disocia o se separa en dos; por un lado él mismo y por otro, el pensador.

cuantos pensamientos negavtivos tenemos

El pensador es el encargado de fijar, registrar y archivar. Por ejemplo: si me torno iracundo ante una determinada situación y observo los pensamientos e imágenes que me vienen a la mente dejándolos fluir, sin reprimirlos ni llevarlos a la acción, la ira desaparecería sin que existiera ningún control sobre ésta. Nacería, crecería y moriría.

Al desaparecer los pensamientos iracundos, la ira no puede sostenerse. Lo que quiere decir Krishnamurti, es que el yo no tiene existencia, sino que depende de los pensamientos que lo van a generar. Por eso, al cesar los pensamientos, el yo también desaparece.

Los orientales comúnmente suelen expresar: “Los pensamientos son hijos de madres estériles”. Si una madre es estéril no puede tener hijos; esto nos indica que los pensamientos que nos surgen no tienen un origen.

En realidad, el mismo pensamiento es el origen. Podríamos dar un ejemplo con las nubes y el cielo, en donde las nubes son errantes (representan a los pensamientos) y no permanecen, mientras el cielo no cambia y es eterno silencio (referente a la armonía suprema).

Considero que hay imágenes o pensamientos muy destructivos que nos pueden ocasionar muchísimo daño.

Percibir más nos ayuda a pensar menos

A veces tenemos la sensación de que pensar continuamente sobre algún tema es vital para poder comprenderlo. Sin embargo, por esa costumbre involuntaria de pensar, dejamos de percibir (ver, oler, gustar, escuchar o tocar) lo que está a nuestro alrededor.

Es como si existiera una relación inversamente proporcional en la que, al pensar más, percibo menos, y al percibir más, pienso mucho menos.

La percepción nos ayuda a poder salir de las redes del pensamiento. Esto no quiere decir que los pensamientos no sean necesarios, ya que son fundamentales para el vivir cotidiano.

La intención es que comprendamos que, en la medida en que tomemos momentos para percibir, podremos salir de ese círculo vicioso que el pensamiento genera.

El pensamiento es una herramienta o instrumento fundamental, pero el hecho de estar haciendo uso permanente de él nos va generando un gran desgaste de energía.

Es como si una máquina estuviese funcionando veinticuatro horas diarias sin ningún tipo de descanso. Va a llegar un momento en que comenzará a funcionar inadecuadamente.

Es muy común observar cómo la acción de pensar se nos tranquiliza mientras percibimos alguna belleza natural, como una montaña, el mar, un bosque, etc., y qué renovados nos sentimos después de hacerlo.


¿Cómo observar los pensamientos sin identificarte con ellos?

  • Alquila alguna película de terror o de suspenso y trata de verla varias veces durante una semana. Si sientes que el miedo se apodera de ti, recuérdate que sólo estás viendo una película. Si te da mucho miedo puedes dejar de verla en ese momento y volver a verla en otro.
  • Tómate algún momento durante el día para poder cerrar los ojos y observar tus pensamientos y la imaginación, como si fueran una película. Es importante que tomes conciencia de un pensamiento cuando nace, crece, se desarrolla y termina. Deja que los pensamientos piensen lo que quieran, sin olvidarte de que son solamente pensamientos.
  • Así como el incendio de un edificio que se produce en una película no quema ni a la pantalla ni al cine, de la misma manera los pensamientos no nos harán daño si los tomamos como si fueran una imagen de una película.

¿Cómo mejorar la percepción?

  • Para poner en práctica la percepción ponte en contacto con la naturaleza, en sus diferentes posibilidades. Puede ser al observar una montaña o un bello paisaje, escuchar el sonido de las olas o de tu música preferida, oler las flores de un hermoso jardín, acariciar un perro, degustar un buen vino con la comida de tu preferencia, etc. Es importante hacer este ejercicio sin verbalizar, pensar o interpretar eso que hayas disfrutado. Entre más atención le pongas a lo que hayas visto, escuchado, olido, tocado o degustado, tu percepción mejorará y tu pensar se tranquilizará. Al hacerlo con frecuencia estarás más perceptivo y sereno.
  • Después de haber experimentado las percepciones sugeridas en el punto anterior, podrás empezar a percibir a tus amigos, familiares, pareja, etc. Puede que te resulte un poquito más difícil al comienzo, pero a medida que lo practiques te será más sencillo, recordando siempre la importancia de no pensar o interpretar lo que percibas.
  • Con el tiempo notarás menos parloteo en la cabeza y harás uso del pensamiento solamente cuando la necesites en alguna actividad que la vida cotidiana requiera.
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