Siempre me he preguntado, si somos nosotros los que atraemos la buena o mala suerte a nuestras vidas, o hay otras razones.
El tema de la suerte en la vida, a veces se lo vincula con la superstición, o con un destino determinado. También con la azarosidad o incertidumbre que la vida nos trae a cada momento.
Para algunos es una cuestión de sincronicidad, es decir que estaba en el justo momento y lugar. Resulta evidente, que hay quienes hablan de probabilidades estadísticas de que algo pueda o no suceder.
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¿Qué es la suerte?
Cuando hablamos de la suerte nos estamos refiriendo a una serie de acontecimientos que pueden considerarse favorables o desfavorables.
Todo esto estará referido a una serie de áreas que conforman nuestra vida. Y abarcan el dinero, el amor, el trabajo, la salud, y otros.
Resulta evidente, que todo va a depender del lugar o punto de vista en que estemos situados. Más adelante vamos explicar con más detenimiento si es azar, es el destino, o algo azaroso.
La superstición
La superstición implica un conjunto de creencias que tengo de que algo me va a dar buena o mala suerte. Como parte de esta mentalidad, hay quienes practican diversos ritos o llevan algún objeto, como por ejemplo un amuleto, con la idea de atraer un destino venturoso.
Esto aplica de modo similar a alguien que tiene una prenda de un color en particular y la utiliza para presentarse a las entrevistas de empleo porque piensa que, si la usa la suerte le va a favorecer. También, a quienes les asusta la idea de tropezarse con un gato negro porque creen que algo malo les va a ocurrir. Le dan validez a esa creencia. Siempre tiene que ver con lograr algún beneficio o evitar que nos ocurra algún daño si hacemos tal cosa.
Muy relativo
Lo que para unos es buena suerte, para otros puede ser mala suerte. Esto va a depender de cómo la persona toma cada situación. Tan es así que, si alguien piensa en aquellas situaciones desafortunadas que le hicieron pensar que eran de mala suerte, tras analizar todo lo positivo que derivó de ellas, puede que llegue a concluir que, en realidad, finalmente fueron de buena suerte.
Diversas posturas
Existen diversas teorías que intentan explicar el fenómeno de la suerte. A continuación, voy a explicar algunas de las más conocidas:
Determinismo
Esta teoría postula que todo está escrito, incluyendo los eventos afortunados y desafortunados que acontecen en nuestra vida. Por lo tanto, puesto que el destino está determinado, nuestra buena o mala suerte ya está preestablecida. Es decir, todo acontecimiento que nos toque experimentar en la vida va a suceder de todos modos, más allá de nuestra intención por cambiarlo o evitarlo.
Responsables de nuestro destino
Esta postura afirma que no estamos sujetos a un destino que determine nuestra suerte. Por el contrario, somos nosotros mismos quienes lo creamos. Somos responsables de todo aquello que acontezca en nuestro diario vivir.
Cuando uno tiene pensamientos recurrentes o repetitivos, va a generar determinados resultados porque los está atrayendo. Por lo tanto, nuestro destino es una consecuencia de todo lo que pensamos. Y cada persona tiene el libre albedrío de cambiar, con su manera de pensar, su destino.
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Ley de azarosidad o incertidumbre
Según esta ley, solamente hay dos cosas de las que el ser humano puede tener plena certeza: de que se va a morir, y de lo que ha acontecido en su pasado. Por lo demás, con respecto a lo que va a pasar en su vida, se encuentra en plena incertidumbre. En realidad no sabe qué pasará en su futuro. Entonces, la buena o mala suerte es asunto del azar.
En este sentido, la tendencia de muchas personas es a aferrarse a lo conocido, a la certeza de lo que conoce, en especial, cuando la incertidumbre les da inseguridad o temor.
Racionalista
Más que asunto de suerte, el racionalista atribuye el resultado de las cosas a la probabilidad estadística. Se apoya en el pensamiento lógico. Por ejemplo, si decide hacer un análisis sobre la peligrosidad de nadar en un río extremadamente caudaloso y profundo, tomaría en cuenta cuál sería la probabilidad de que alguien se ahogara en él, en vez de atribuir esa consecuencia fatal a la mala suerte. Igualmente, si alguien es golpeado por un auto en movimiento al cruzar la calle, el racionalista diría que estadísticamente cualquier persona que se encuentre bajo tales circunstancias tiene la probabilidad de sufrir esa clase de accidente.
Para quien adopta este tipo de pensamiento, todo aquello que no pueda explicar a través de la probabilidad estadística lo resumirá en que se trata de circunstancias que suceden más allá de nuestro control.
Sincronicidad
Este término pertenece al psiquiatra Carl G. Jung (siglo XIX). A esta teoría también se le conoce como acausal. Lo que dio origen a este pensamiento fue un incidente que tuvo Jung con un paciente que fue a verlo y, durante la consulta, el psiquiatra, que también practicaba la medicina general, descubre que el hombre tenía una afección cardiaca. Simultáneamente, la esposa del paciente comienza a ver una bandada de pájaros, similar a como le ocurrió previo a las muertes de su abuela y su madre. Por lo tanto, la mujer se angustia porque asocia la presencia de las aves con el presagio de una muerte, en este caso, la de su marido. Precisamente, cuando el esposo llega a la casa, muere.
Jung trata de ver este fenómeno, que otro pudiera considerar como asunto de mala suerte, como un fenómeno de sincronicidad. Dos eventos que se producen al mismo tiempo aunque, a nivel aparente, no tengan algún tipo de relación. De ahí que se le conozca como acausal.
Según Jung, en la mente hay una parte muy profunda (el inconsciente colectivo) que puede llegar a entrelazar o crear una conexión entre dos elementos.
Para la mujer de este ejemplo, a nivel consciente, no había una causa para que las aves produjeran la muerte de un ser querido. Pero, en su ámbito inconsciente, precisamente, la bandada era sinónimo de esa fatalidad.
¿Cuáles son los principios básicos para tener suerte?
Un estudio realizado por el profesor Richard Wiseman de la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra concluyó que existen 4 principios básicos para tener buena suerte. El investigador llegó a esta conclusión luego de analizar por 10 años a individuos considerados como “suertudos” y otros que se decían a sí mismos “desafortunados”. Tras una década de investigaciones, Richard Wiseman logró establecer cuatro principios básicos para crear tu propia suerte:
- Vive nuevas experiencias: Si buscas tener el control de todo se te escaparán las oportunidades. Adoptar una actitud más relajada y estar abiertos a nuevas experiencias te permitirá tener una vida más plena.
- Presta atención a tus corazonadas: La gente con suerte toma decisiones escuchando su intuición y su corazón. De esta manera, mejoran sus habilidades intuitivas y difícilmente toman la decisión equivocada.
- Confía en la buena fortuna: Los afortunados están seguros de que el futuro está lleno de buena suerte y viven relajados confiando en que todo mejorará. Esto les ayuda a superar las fallas, problemas y complicaciones; son personas bastante positivas.
- Convierte lo negativo en positivo: Las personas con suerte tienen la fortaleza mental para lidiar con la mala fortuna, por ejemplo, se imaginan que las cosas malas pudieron haber sido peores y toman el control de la situación. Hay que aprender de los errores y tomarlos con optimismo.
Fuente
- Entrevista que hizo Rosa Escribano, del periódico Primera Hora al Psicólogo Roberto Tirigall, el 25 de junio de 2007.
- https://www.msn.com/es-us/noticias/otras/los-4-principios-para-tener-buena-suerte-seg%C3%BAn-un-estudio/ar-BB19vArA?li=BBqdmGW&%3Bsa=U&%3Bved=0ahUKEwiNpZKx0-LRAhUMabwKHQ0oAQoQFgiUAzBN&%2525253Busg=AFQjCNFn9_imG79clvHjZEFkRTrJn03X2g