Estrés

Este artículo fue diseñado para las personas que quieren conocer sobre lo qué es el estrés, sus características, terminología, cómo disminuirlo, ¡y más!

Además desarrolle un guía que van a poder implementar en sus vidas.

Más métodos para la disminución del stress

➡ ¿Qué es el estrés?

Cuando nos representamos la palabra estrés, generalmente la asociamos en un sentido muy amplio con todo lo relacionado a las tensiones, las angustias, las ansiedades, el nerviosismo, etc.

Pero al profundizar un poco más sobre el tema, veremos la verdadera significación del término y lo que representa.

Es importante mencionar al científico Hans Selye, de origen húngaro, quien es conocido como el “padre del concepto de estrés”. Selye realizó investigaciones en su laboratorio con animales y llegó a la conclusión de que las respuestas que éstos tenían a estímulos nocivos no estaban especificadas.

Lo denominó síndrome general de adaptación (1936). Estos conocimientos sirvieron para ser utilizados en el ser humano. Sus trabajos fueron aportes valiosos que permitieron dar un buen cimiento a la realización de las siguientes investigaciones.

👇 Características del estrés

Para Selye, en este síndrome general de adaptación existen tres etapas:

• Reacción de alarma: para un mejor entendimiento, puede dividirse en fase de shock o daño, donde el organismo siente la influencia del estímulo o situación con su concomitante reacción a través de signos y síntomas, y la fase de contrashock o defensa, que se caracteriza por una respuesta total del organismo presentando batalla a dicha situación.

• Período de resistencia: se podría pensar como una extensión de la fase de contrashock o defensa, pero con una mayor defensa.

• Fase o estadio de agotamiento: es el momento donde todas las defensas no pueden sostener la presión ejercida por el estímulo o situación generada y el organismo comienza a sucumbir.

El doctor Selye vinculaba la enfermedad aguda con la reacción de alarma, la enfermedad crónica con el período de resistencia y la muerte con la fase de agotamiento.

Más adelante, Selye se referiría al estrés como una condición interna del organismo, en respuesta a agentes evocadores, que luego los llamará estresores (1950).

El modelo que utilizó para sostener su concepto de estrés se basó exclusivamente en lo fisiológico y lo bioquímico.

➡ ¿Qué son los agentes estresores?

El término estresor (desencadenante de estrés, factor de estrés) describe todas las cargas o exigencias externas que provocan una reacción de estrés.

Por ejemplo, La muerte de un ser querido, la perdida de un trabajo, algún conflicto familiar, etc. Cada agente estresante es diferente.

👇 Tipos de agentes estresores

A continuación les voy a dejar los tipos de agentes estresores:

• El entorno físico: Los estímulos del entorno físico (como el frío, el calor o el ruido) pueden ser desencadenantes del estrés.
• El propio cuerpo: Los estímulos internos (por ejemplo, el dolor, el hambre o la sed) pueden ser fuente de estrés.
• Estresores mentales: Muchos factores estresantes están relacionados con la situación individual, en especial con las exigencias de rendimiento a las que cada uno está sometido. Entre los desencadenantes de estrés mentales figuran, entre otros, los exámenes, las urgencias laborales o la de tener una gran responsabilidad.
• Estresores sociales: Los conflictos interpersonales son los factores de estrés más frecuentes. Los problemas pendientes sin resolver, las discusiones, las separaciones, las experiencias de pérdida de seres queridos y también el aislamiento, pueden provocar estrés. Incluso, algunas personas pueden provocar estrés si ejercen algún tipo de comportamiento tóxico hacia el individuo: Control, dependencia, sentimientos de culpa, sentimientos de inferioridad, etc.

Para dos personas distintas, la misma situación puede constituir o no un estresor. El estrés depende de la psicología y la biología de cada individuo.

Todo va a depender de como viva cada uno la situación, se puede tener la sensación de que se le exige demasiado, incluso aunque otras personas lo puedan ver de un modo diferente al nuestro.

➡ La exigencia a nivel personal, es un factor desencadenante del estrés

La importancia de una exigencia a nivel personal depende de los motivos y las metas de cada persona. Por ejemplo, ir a una entrevista de trabajo es importante para las metas personales pero, el hecho de conseguir el empleo, refuerza la autoestima y se obtiene el reconocimiento de los demás.

A menudo, el cumplimiento de una exigencia está vinculado a otros aspectos también importantes para el afectado. Si alguien siente que alguna de las metas o motivos importantes para él empiezan a tambalearse debido a una exigencia, esto puede originar estrés.

🌏 Modelos teóricos del estrés, que consideramos más significativos.

En la actualidad existen diferentes modelos para enfocar el tema del estrés. Por ejemplo, el Modelo Psicosomático, que intenta dar cuenta de la influencia del estrés, tanto en la psique como en el soma. Los que trabajaron con este modelo fueron Dunbar, Alexander y Grinker (Lachman, 1972).

También el doctor Daniel López Rosetti, en su libro “Estrés, Epidemia del Siglo XXI”, edición del año 2000, señala cómo el estrés genera cambios psicológicos, que a su vez producen alteraciones de conductas y hábitos, que luego conducen a una serie de síntomas y signos que pueden finalizar en patologías de los sistemas cardiovascular, digestivo, respiratorio, inmunológico, etc.

En definitiva, se van produciendo alteraciones en lo psicosomático.

Existen otros modelos teóricos sobre el estrés, como el Modelo de Combate, que se basa en una investigación realizada sobre soldados en combate (Basowitz y col., 1955).

Sus conclusiones fueron que cualquier estímulo recibido por parte de los combatientes era sentido como una amenaza, que les producía ansiedad. Esta ansiedad era definida como una experiencia de la que eran conscientes y con mucho temor.

En el Modelo de Adaptación, según Mechanic, el estrés se puede definir como respuestas de incomodidad exteriorizadas por las personas en determinadas situaciones.

Para Mechanic (1972), una situación puede ser estresante o no y eso va a depender de distintos factores, por ejemplo, la capacidad y la habilidad del individuo, las posibilidades que ofrece el ambiente social, etc.

Hemos tratado de mostrar los modelos teóricos del estrés, que consideramos más significativos.

Existe otro factor que tiene mucha importancia en el tema del estrés y es la variable tiempo. Esta variable fue tomada en cuenta por Schwab y Pritchard (1950), quienes reconocieron que la duración de una situación de estrés tiene un lugar preponderante en los efectos que ha de producir.

😬 Causas del estrés

Estos autores pudieron desarrollar tres categorías sobre el estrés en relación con el tiempo:

➡ Situaciones breves de estrés

En este grupo se podrían ubicar las situaciones o momentos de estrés típicos, que experimentan la mayoría de los seres humanos; por ejemplo: embotellamientos en el tránsito, la espera en una fila por algún trámite o en el consultorio de algún profesional, etc.

Como la duración del factor estresor no es extensa, en general no suele producir ninguna consecuencia en el individuo, exceptuando que este mismo hecho sea muy recurrente. Además de la duración breve, la influencia de la situación carece de importancia.

➡ Situaciones moderadas de estrés

En cuanto a la duración de este tipo de situación, puede variar desde algunas horas hasta varios días. Un ejemplo puede ser el exceso de carga de trabajo, un nuevo puesto laboral que implique mayor responsabilidad, alguna situación por resolver prontamente (intervención quirúrgica menor), etc.

En Canadá se realizaron dos estudios, por Kavanagh y Shepard uno de ellos y Levene el otro, y arribaron a conclusiones similares, donde probaron la existencia de una relación entre situaciones de estrés moderadas y ataques al corazón en pacientes con cierta predisposición a tener problemas en las coronarias.

Se podría decir que en este grupo comienza a producirse el desarrollo de una posible enfermedad.

➡ Situaciones graves de estrés

La situación producida es de cronicidad y puede tener una duración de meses y años.

Sería la exposición prolongada ante todo aquello que la persona considere que es peligroso o amenazante. Un ejemplo podría ser una enfermedad que se viene arrastrando de mucho tiempo atrás. Estamos hablando de situaciones prolongadas en el tiempo, que resultan prácticamente intolerables y no se han resuelto. Se sabe que este tipo de situación ayuda a conducir a un desajuste de lo psicosomático.

➡ Tipos de personalidad en el estrés

Otro elemento para tener muy en cuenta en el estrés es el tipo de personalidad; fueron Meyer Friedman y Ray Rosenman quienes comenzaron a hablar de la llamada personalidad de tipo A.

Estos investigadores de origen estadounidense determinaron en el año 1957 un tipo de conducta o personalidad, a la que denominaron A.

Los individuos con personalidad de tipo A se caracterizan por ser impacientes, competitivos, hacen todo con mucha rapidez, son bastante agresivos, tienen un nivel alto de ansiedad, buscan el perfeccionismo, etc.

También hay una personalidad de tipo B, cuyos rasgos principales son: tranquilidad, relajación, reflexión, maduración, etc. Se opone prácticamente a la personalidad de tipo A.

Si tenemos en cuenta el tipo de personalidad, es precisamente en las personas con personalidad de tipo A en las que más puede incrementarse la posibilidad de alguna enfermedad como consecuencia del estrés.

🔨 Herramienta de predicción, que permita establecer la relación entre el estrés con alguna enfermedad

En cuanto a la utilización de alguna herramienta de predicción, que permita establecer la relación entre el estrés con alguna probabilidad de enfermedad, podemos referirnos al Test de Eventos de Vida, que pertenece a dos psicólogos de origen estadounidense, Thomas Holmes y Richard Rahe (1967).

Este tipo de test se caracteriza por ser orientador y su objetivo es el de vincular los hechos estresantes de la vida cotidiana con la posibilidad de enfermedad.

Algunas situaciones típicas que tiene en cuenta este test son divorcio, muerte del cónyuge, enfermedades personales, dificultades sexuales, cambio en la situación financiera, embarazo, jubilación, etc.

👇 Tipos de estrés

Entendemos que el estrés forma parte de la vida cotidiana; por lo tanto, sería fundamental comenzar a tomar ciertas medidas de prevención, para evitar de esa manera el desarrollo de una posible enfermedad.

➡ Estrés negativo o distrés

Si nos ubicamos en el lugar del paciente, éste puede estar pasando por dos situaciones. Una, llamada de estrés negativo o distrés, en la que la presión que el individuo siente del medio que lo rodea, por ejemplo en el consultorio del odontólogo, es para él muy intensa y va más allá de su capacidad de adaptación o respuesta de su organismo.

Cuando esta situación de distrés es prolongada, puede ocasionar diferentes tipos de trastornos, que abarcan lo psíquico, lo somático y lo social. En realidad, estas tres áreas están estrechamente interconectadas.

Anteriormente se había tenido muy en cuenta la incidencia de los factores estresores en lo psicosomático.

➡ Eustrés o estrés positivo

En la otra situación del paciente, llamada eustrés o estrés positivo, la capacidad de adaptación es adecuada ante el estímulo estresor recibido. Esto quiere decir que pudo responder satisfactoriamente ante diversos factores estresantes, sin ocasionar desajustes en el organismo.

Esto nos lleva a plantear la hipótesis de que los elementos estresores no son tan importantes como la percepción e interpretación que el individuo haga de ellos. En este caso podríamos estar ante un nuevo modelo.

Hace alrededor de 2000 años, Epicteto, un gran filósofo, decía algo así: El mundo no es por lo que me sucede, sino por lo que pienso de lo que me sucede. Con este dicho el sabio estaba enunciando la importancia que tiene lo que representamos intrapsíquicamente de las situaciones que se producen en nuestra vida.

También creemos necesario hacer una diferenciación de tipo conceptual, entre dos términos que generalmente homologamos, estresor y estrés. El estresor sería una condición necesaria para que se produzca la situación de estrés, aunque no siempre el estresor ocasiona estrés.

Esto nos vuelve a indicar la importancia que tiene la percepción del individuo ante los hechos.

Por lo tanto, no podemos vincular la situación de estrés sólo por las reacciones conductuales del sujeto, sino que además sería necesario escudriñar su forma de percibir e interpretar la realidad.

🖥 Stress laboral

Para hablar del estrés, desde el lugar del profesional, es conveniente mencionar un nuevo término que se está utilizando en estos momentos, en relación con el estrés en general y con lo laboral en especial.

Nos estamos refiriendo al síndrome de burn-out, denominado así por Masllach y Jackson en 1986, que se caracteriza por la existencia de un agotamiento emocional, despersonalización, menor iniciativa, etc.

El agotamiento emocional indica una suerte de desajuste entre los hechos y la respuesta que se tiene ante éstos. Dichas respuestas se caracterizan por cierta apatía, indiferencia afectiva, que muchas veces se encuentran acompañadas de rigidez, poca tolerancia, carencia de flexibilidad, etc.

Podría decirse que el burn-out o agotamiento produce en el profesional una disminución de la capacidad intelectual creativa, con menos seguridad en sí mismo, que genera dificultad para la toma de decisiones.

A todo esto se le podría agregar el exceso de trabajo, que está íntimamente relacionado con la cantidad de horas trabajadas y el cansancio que ello ocasiona psíquica y físicamente.

Sabemos que no todos los pacientes son iguales y despiertan en el profesional de la salud diferentes tipos de sentimientos, pensamientos, imágenes.

En algunos casos pueden existir ansiedades, temores, que el profesional tendrá que poder resolver, para que no se obture la relación profesional-paciente: no convertirla en una situación estresante.

Otro tema para tener en cuenta es el de la posibilidad de mala praxis que, aunque no se produzca, puede generar cierta ansiedad o temor anticipado y obviamente incidiría tanto mental como físicamente en el profesional.

Es fundamental un diagnóstico adecuado para evitar que se agraven los síntomas y sus efectos psicosomáticos, dando lugar al proceso terapéutico correspondiente en cada caso particular.

🗣 Técnica de respiración antiestrés

✍ Guía descargable y practica para disminuir el stress

He desarrollado una guía practica, para que puedan implementar lo que fueron aprendiendo y poder así disminuir el estrés.

Esta guía tiene una actividad para cada mes del año, y tiene como objetivo principal llevar a la acción las ideas o principios anteriormente señalados.

¡Espero que lo disfruten y les sea de gran ayuda!

➡ Nuestra actitud y el estrés

En la sociedad actual en que vivimos, son muchas las situaciones de stress a las que estamos expuestos.  Las consecuencias de dichas situaciones, repercuten en diferentes áreas de nuestra vida.  

Con esto queremos decir, que pueden afectarnos en lo psíquico, en el cuerpo y en nuestra vida social.

😡 Manifestaciones del stress en lo psíquico

Las manifestaciones del stress en lo psíquico, generalmente son: angustias, ansiedad generalizada, miedos, depresiones, etc.  Cuando afectan al cuerpo producen: taquicardia, desórdenes estomacales, problemas en la sexualidad, en la piel, etc.  

En lo social, genera conflictos en la comunicación con las personas, agresiones hacia los demás o hacia uno mismo, problemas con la pareja, aislamiento, etc.  Algunas de las situaciones típicas de stress son:

• La muerte de un familiar cercano o directo

• Pérdida de empleo

• Separación o divorcio

• Dificultades económicas

• Mudanzas

• Viajes

• Enfermedades

• Casamiento

• Nacimiento de un hijo

• Vacaciones

• Y otras

En realidad, los ejemplos citados son una generalidad y no necesariamente afectan a todas las personas por igual.  

Creemos que es importante destacar, que las situaciones de stress no son poderosas por sí mismas, dado que todo va a depender de nuestra actitud interior. 

Por ese motivo es fundamental, empezar a percibir o darnos cuenta de cómo nuestra mente parlanchina u otro yo, aumenta las situaciones de stress que nos toca vivir.  

La actitud interior está conformada por lo que pensamos, sentimos y actuamos. Por eso se requiere modificar ciertos tipos de pensamientos y sentimientos, que nos conducen a lo peor e incrementan el stress y nuestro sufrimiento.

Recordemos que muchas veces nos enredamos con imaginaciones destructivas que nunca se concretan, pero las sentimos como si fueran reales.  Eso nos va a producir un sufrimiento innecesario que puede evitarse.

👇 Algunas sugerencias para prevenir el stress

1. Tomarnos nuestro tiempo:

Cada ser humano posee un ritmo que le es propio y se diferencia del ritmo de los demás.  

Buscar nuestro propio ritmo es tarea personal, pero está estrechamente vinculado a la forma en que nosotros nos sentimos más cómodos y menos ansiosos.  

Una buena manera de determinar en que gastamos nuestro tiempo, es la de hacer un seguimiento semanal del uso de nuestro tiempo, para luego administrarlo mejor de acuerdo a nuestras propias necesidades.

2. No siempre buscar hacer más cosas, es lo mejor:

A veces tenemos la sensación que hacer muchas tareas, nos conduce a estar mejor. Nada más lejos de la realidad, dado que la excesiva cantidad de cosas para hacer nos conduce a estar agobiados, quitándonos la energía. 

Además nos puede llevar a la frustración, por no poder cumplir con todo lo programado.  Cuando reducimos nuestras actividades, descubrimos que ya no tenemos esa ansiedad de querer terminar rápidamente, al contrario, estamos más en lo que hacemos y disfrutamos del aquí y ahora.

3. No resistir a los hechos:

El viejo aforismo Zen nos dice: LAS COSAS SON COMO SON, SI LAS ENTIENDES, SON COMO SON Y SI NO LAS ENTIENDES…SON COMO SON. A través de esta enseñanza nos quieren decir, que entiendas o no entiendas, la situación o el hecho va a ser el mismo.

Tenemos que entender, que luchar o resistir a los hechos nos va a conducir a más sufrimiento. Dado que las cosas van a suceder igual, luchemos o no contra ellas.

Por eso no resistir a los hechos y afrontarlos, nos ahorra energía evitándonos un conflicto.

4. Escuchar lo que deseamos profundamente:

Si nos observamos atentamente, podremos encontrar que el deseo no es igual a la voluntad. Con esto queremos significar que la voluntad, está formada por la obligación y por todo lo que es esfuerzo.  Mientras que el deseo no necesita del esfuerzo, surge sin la obligación o la voluntad.

Si nos gusta comer pizza y nos invitan a comerla, para nosotros no es esfuerzo, por el contrario es placentero y nos agrada. Sin embargo, si tenemos que levantarnos temprano y no lo deseamos, seguramente eso va a ser un esfuerzo u obligación.  

Es evidente que no siempre haremos todo lo que deseamos, pero si en nuestra vida diaria hacemos más cosas por deseo, que por voluntad, empezaremos a vislumbrar una mayor satisfacción interna.

➡ ¿Cómo evitar situaciones innecesarias de estrés?

Cuando era niño tenía fuertes ataques de asma. Pero si tomaba sol, la sensación de estar calentito que ello me producía, aliviaba mis ataques. Sentir ese calor era algo muy placentero para mí y, además, me divertía jugando a “tapar el sol con las manos”, lo que me provocaba una gran sensación de omnipotencia.

Pasaba horas enteras, tratando de tapar el sol con mis manos, sin conseguirlo nunca. Transcurrió bastante tiempo hasta que tomé conciencia de que eso no era posible y dejé de interesarme en querer hacerlo.

Análogamente, puedo observar cómo también en la vida solemos tratar en vano de “tapar el sol con las manos”. Con esto quiero decir que es muy importante darnos cuenta de que en nuestras vidas, muchas veces hay situaciones en las que no podemos hacer nada para modificarlas. Y lo paradójico es que cuando nada hacemos, nos liberamos.

♦ Darnos cuenta de que nada podemos hacer, nos ayuda a liberarnos

Volviendo a mi juego con el sol, ni bien tomé conciencia de que era inútil querer cubrirlo con mis manos, dejé de gastar mi energía en ello. Eso me permitió dedicar mi atención e interés a otros objetivos.

Al descubrir que no podemos hacer nada sobre alguna situación o hecho que nos toque vivir, se nos abre la posibilidad de liberarnos de gastar energía inútilmente. Por otro lado, como no le dedicamos más atención a la situación, la misma deja de atormentarnos o agobiarnos.

Por eso, cuando frente a un problema nos demos cuenta que nada podemos hacer y dejemos de interesarnos, es muy posible que, entonces, nos liberemos del mismo.

Criticar nos hace sentir “superiores”

Es muy común escuchar en alguna reunión de amigos, la crítica
hacia otras personas. No hay duda de que la crítica es lícita, pero muchas
veces es una forma de sentirnos superiores ante las otras personas.

Cuando criticamos con frecuencia, enfocamos nuestra artillería
pesada hacia distintos aspectos de otras personas que nosotros consideramos negativos. Por ende, si las otras personas tienen algún defecto –según nuestra consideración– nosotros nos sentiremos “mejores”.

Criticar es una forma de no aceptar a los demás y también nos permite afianzar nuestro ego.

♦ Nuestro ego se siente satisfecho

Nuestro ego se siente bien cuando critica a los demás. Esto se
debe muchas veces a la continua comparación que hacemos con otras
personas. De ahí que si nos comparamos con alguien y éste es el blanco
de nuestras críticas, sentimos que somos nosotros los que triunfamos.

♦ Mirar hacia adentro

Poner la atención en nosotros mismos, nos ayuda a darnos cuenta de nuestros propios errores.

Es necesario mirar hacia adentro y no buscar permanentemente el defecto en los demás.

➡ Saber esperar puede generar grandes cambios

Hay una historia oriental en la que un maestro y su discípulo
atravesaron un río que se encontraba muy revuelto debido al paso de
unas carretas.

Después de caminar aproximadamente un kilómetro, el maestro le pidió a su discípulo que le trajera un poco de agua fresca del río que habían atravesado hacía un rato.

El discípulo le dijo al maestro que seguramente el agua no iba a estar muy buena para beber por lo agitado que estaba el río cuando pasaron, pero el maestro le pidió que fuera de todas formas.

Cuando el discípulo llegó al río le causó sorpresa el ver que ese mismo río que estaba revuelto de lodo o barro, se encontraba claro y que el agua estaba en condiciones de ser bebida.

Cuando volvió con el agua lista para beber y se la dio al maestro, éste le preguntó si había entendido. El discípulo, con una mirada de profunda comprensión, le dijo que sí, dado que había tomado conciencia de que hay que saber esperar para que las situaciones se transformen.

♦ Conclusión

Cuando alguna idea o sentimiento destructivo nos irrumpe, debemos aprender a esperar pues veremos que, según pasa el tiempo, perderá su efecto sobre nosotros.

Por el contrario, cuando nos surge una idea constructiva, tratemos de no postergarla y llevarla a la acción de forma inmediata, sino también desaparecerá. Hay que saber discernir cuando la acción es necesaria y cuando es preferible esperar.

Los maestros espirituales George Gurdjieff y Osho le daban mucha importancia al saber esperar.

El esperar está profundamente vinculado con el dejar que los acontecimientos desarrollen su curso natural o propio. Es muy común
querer hacer algo sobre lo que está ocurriendo, sin comprender que
nuestra conducta o comportamiento puede ser muy perjudicial.

Por nuestra mente circulan diariamente más de cincuenta mil
pensamientos. Muchos de ellos se contradicen u oponen, otros son muy
positivos, pero también están los que se caracterizan por ser extremadamente tóxicos.

➡ Ejercicio para poner en practica la paciencia

1. Busca un lugar que te resulte cómodo para poder relajarte. Trata de
   quedarte con los ojos cerrados alrededor de 15 a 20 minutos, sin hacer
   absolutamente nada.
2. Cuando hables con otra persona, espera que concluya su discurso sin
   interrumpirlo.
3. Puedes ir a algún lugar que te agrade, como el mar, la montaña o el
   campo. Quédate con los ojos abiertos contemplando el paisaje sin ningún tipo de apuros.
4. Aprende a esperar con paciencia. Esto lo podrás practicar en algún
   aeropuerto donde se haya retrasado el avión, en la fila de algún supermercado o en cualquier otro sitio donde te veas en la obligación de esperar.
5. En el momento en que te surja algún pensamiento o sentimiento muy
   negativo, trata de esperar con paciencia a que éste se desarrolle, crezca y muera durante tu proceso de observación. De esa manera conseguirás