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Autoconocimiento Emocional

20 ideas para despertar del sufrimiento mental

junio 21, 2020
sufrimiento mental

En el siguiente artículo les daremos 20 ideas para despertar del sufrimiento mental. ¡Espero que les sea de gran ayuda!

¿Qué es el sufrimiento mental o sufrimiento innecesario?

En pocas palabras, diría que el sufrimiento mental es aquel que nos producimos por medio de imágenes y pensamientos tóxicos. A continuación, voy a desarrollar veinte ideas para poder liberarse del sufrimiento mental o innecesario, y disfrutar de la vida desde otra perspectiva.

La felicidad es la disolución

Cuando digo que la felicidad es la disolución, quiero decir que hay soltar, abandonar o dejar de lado las ideas, imágenes y sentimientos tóxicos que vienen a la mente, para disfrutar la paz o felicidad interior. Somos como el cielo, y las ideas, imágenes, sentimientos, percepciones y sensaciones representan a las nubes.

Cayendo por los bordes

Entre pensamiento y pensamiento hay un intervalo o hueco que generalmente pasamos por alto. En el borde de cada pensamiento hay un espacio que nos refresca. Caer por los bordes, sería entrar en ese espacio interior que todo lo limpia.

Mi actitud cambia, todo cambia

Podría decir que la felicidad es una actitud. Por eso, cuando la actitud cambia todo cambia. Aunque el mundo que nos rodea siga siendo el mismo, al cambiar nuestra actitud todo comenzará a ser distinto para nosotros.

Perderse para encontrarse

Cuando nos vamos a dormir, comenzamos a relajarnos y perdernos en el interior hasta quedar plenamente dormidos. Todo sabemos, que es algo maravilloso perdernos en nuestro interior y por supuesto muy reparador. Todo esto sucede, debido a que al perdernos, nos encontramos en nuestro Ser.

No te busques en lo finito

Buscarnos en una idea, una percepción, en el cuerpo, en una emoción, es algo muy finito o pequeño. Por eso cuando nos identificamos o creemos que somos lo que pensamos e imaginamos, nos sentimos que estamos atados o carentes de libertad. Esto se produce, porque queremos convertir la energía infinita de nuestro Ser en algo finito o mucho más pequeño.

Todo reacciona sin un yo

Si observamos con una atención conciente sostenida, podremos descubrir, que todo en nosotros reacciona sin un yo. Luego nos identificamos y decimos yo soy tal o cual reacción. A partir de ahí, toda reacción que surja la sentiremos como propia y nos apegaremos a ella.

Somos un manojo de reacciones mecánicas

Siguiendo lo señalado anteriormente, nos hace desembocar en saber que somos un manojo de reacciones mecánicas, que se producen más allá de nuestra voluntad. De ahí que el sabio armenio George Gurdjieff decía que el ser humano es una máquina, pero puede dejar de serlo.

No hacer de granos de arena montañas

A nuestro ego le encanta hacer granos de arena montañas o de un pelo una trenza. Todo esto lo hace, porque si el ego no genera un conflicto sentiría disolverse en el vacío interior. Si bien eso nos conduciría a la paz, implicaría que el ego dejaría de existir. Por eso, se asusta mucho cuando no tenemos conflictos en la mente.

¿Quién soy?

La pregunta ¿quién soy? se dirige a nuestra verdadera naturaleza. El ser humano cree ser algo que no es y lo que es lo pasa por alto, lamentablemente. El desconocimiento de saber quiénes somos nos conduce a generar sufrimiento mental.

Difícil vivir sin la falsedad de lo ilusorio

Lo ilusorio o Maya puede continuar, lo importante es no confundirlo con la verdad. Podemos vivir en la falsedad de ilusorio siempre y cuando sepamos vivencialmente que es ilusorio. El problema se produce cuando quedamos envueltos en el velo de Maya o lo ilusorio, confundiéndolo con la verdad.

No resistencia

El psiquiatra Suizo Carl Gustav Jung decía: Lo que se resiste, persiste. Eso significa que cuando más resistimos algo que nos molesta, más continuidad le vamos a dar. Esto se da, debido a que pelear o luchar contra lo que no queremos, hace que nuestra atención vaya siempre a eso y por ende lo agigante. Al final, terminamos sufriendo innecesariamente.

Yéndome por el agujero del ser

El silencio interior nos provoca mucho miedo, porque la mente siente que se va por un agujero. Ese miedo lo produce la mente, porque tiene muchos intereses en seguir pensando e imaginando. La mente sabe, que al dejar de parlotear, deja de existir y eso no lo quiere. Por otro lado, cuando menos parloteo de la mente tengamos, mayor paz interior sentiremos.

Nada puedo hacer

Nada podemos hacer ante un pensamiento, sentimiento o imagen que la mente produzca. El saberlo vivencialmente es muy liberador. Nos levantamos, el día está nublado y prácticamente no le prestamos atención; debido a que nada podemos hacer al respecto. Por lo tanto, el día no nos influirá en lo absoluto. El mismo principio, lo aplicaremos a los pensamientos e imágenes tóxicas.

Comenzamos a estar prisioneros, solamente cuando sentimos que algo podemos hacer. A partir de ahí, toda nuestra atención comenzará a anudarse a lo percibido para tratar de cambiarlo. Esto generará, resistencia, continuidad y sufrimiento inútil.

Observar y no optar

La observación es un instrumento fundamental para el autoconocimiento. Estamos hablando de una observación que no condena ni rechaza todo lo que observa. Sería una observación desde nuestro Ser. Sin embargo, cuando la observación trata de optar entre una cosa y la otra, es una observación desde el ego. La primera observación es liberadora, está última genera más conflicto.

Mi mente es una ilusión


Decía el gran maestro Krishnamurti, me he liberado de mi ilusión con respecto al nacionalismo, de mi ilusión con respecto a la creencia, con respecto a esto y a aquello. Al final, me doy cuenta que mi mente es ilusión.

Coágulos de palabras

Cuando hablamos de coágulos de palabras, nos estamos refiriendo al engrudo o pegamento entre las palabras. Esto significa, que no dejamos que las palabras puedan circular o fluir libremente. La consecuencia directa del apelotonamiento de las palabras, es la de generarnos sufrimiento mental. Este es causado, debido a que le hemos dado a las palabras mucho poder. Y por supuesto, que así como la palabra cura, también enferma. Todo va a depender de cómo la usemos.

Vincularse con terceros es mucho más fácil que hacerlo con gente más cercana

Es sencillo poder relacionarse o vincularse con personas que conocemos de manera superficial. Sin embargo, los verdaderos maestros de nuestra vida son las personas más allegadas. Aquellas que conocen nuestros gestos, palabras, gustos y aversiones. Estas personas, nos ayudan a que nos podamos ver como realmente somos. Son como un espejo en la relación humana.

El arte de la desidentificación

La identificación es como el huevo batido que lo mezclamos con bastoncitos de papas para obtener una tortilla. El huevo batido, lo que hace es unir los pedazos de papa hasta que se conviertan en una tortilla.

La identificación, sería como un pegamento que se puede adherir a lo que sea. Por eso, cuando creemos en algo, la identificación comienza a producirse. Hay personas que se identifican con su cuadro de fútbol, ideas políticas, religiosas, de género u otras.

Cuanto más identificados estamos, más ceguera tendremos y muy poca reflexión.

Todo lo que pensamos son solo pensamientos

Es necesario tener muy presente que todo lo que pensamos acerca de lo que sea, no son más que pensamientos. Sin embargo, muchos de nosotros le damos al pensamiento, un estatuto de verdad.

Esto nos puede conducir en la mayoría de los casos a sufrir innecesariamente. Sufrimos inútilmente, por darle valor de verdad a aquello que pensamos.

Borrachos de imaginación

La creencia irrestricta en la imaginación nos alcoholiza. Por eso, seguir los dictados exclusivos de la imaginación sin una verdadera observación, nos puede conducir a los peor.

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