Quiero compartir con ustedes un tema muy interesante «¿cómo piensan los hombres y las mujeres?». Muchos de ustedes me han solicitado que escribiese al respecto. Espero que lo disfruten.
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¿Por qué es importante saber cómo piensan los hombres y las mujeres?
En cuanto a relaciones de pareja se refiere, hay una tendencia a ver el vínculo hombre-mujer o mujer-hombre como “una relación entre opuestos irreconciliables”.
Generalmente en Occidente se tiene una visión dual de las cosas, en lugar de una integradora.
Sin embargo, más allá de los opuestos, hay un nuevo concepto que es el de opuestos que se complementan entre sí, y de ello la naturaleza nos da vastos ejemplos de cómo funciona.
Si nos detenemos a observar, no se puede hablar de que día y noche sean opuestos, ni de que uno es superior a otro, porque para que haya día debe existir la noche y viceversa.
No existe la luz si no hay oscuridad, para que exista el frío, debemos conocer la sensación calor, etc. En Oriente sería el principio del Inn y el Iang: Opuestos-complementarios.
Tres conceptos a entender: Dependencia, independencia e interdependencia
Otro aspecto a considerar en la búsqueda de una relación de pareja armoniosa, es la comprensión de tres conceptos: Dependencia, independencia e interdependencia.
Cuando hablamos del primero, nos referimos al que también se le conoce como co-dependencia. “Uno de los integrantes depende del otro. Es como si fuera un planeta que gira en torno al otro (que es el Sol)”. “Una de las partes vive totalmente apegada a la otra”.
Por el contrario, en una relación de independencia hablamos de dos personas que “son como los rieles de un tren, “mutuamente independientes y nunca se tocan”.
Si lo trasladamos al cuerpo humano, es como si al corazón no le importara el pulmón, o si la vejiga funcionara por sí sola, sin tener en cuenta al riñón. Entonces estaríamos hablando de una situación caótica.
Si esto lo aplicamos a las relaciones de pareja, estamos ante la situación de que uno de los dos hace lo que quiere, sin tener en cuenta al otro.
Por otra parte, la interdependencia tiene que ver con el “opuesto complementario”, es decir, los dos mantienen su verdadera independencia pero buscan una interconexión.
Procuran buscar el modo de integrarse. Por ejemplo, si ambos trabajan y tienen que encontrarse por un compromiso determinado, van a tratar de dialogar y llegar a un acuerdo que le convenga a los dos.
La armonía posible
Es importante conocer lo que al otro le gusta y le disgusta, respetándolo y no condenándolo por sus diferencias.
Incluso, debemos aprender a descubrir “sus cualidades para integrarlas a nuestra propia persona sin dejar de ser quienes somos”. Como parte de este propósito, siempre debe imperar el diálogo en la pareja. Saber escuchar genuinamente.
Tener en cuenta el por qué, de ciertos comportamientos y buscar el modo de aprender a armonizar con ellos. Por ejemplo, “si él sabe que ella es romántica y le gustan los detalles, tendrá en cuenta dejarle alguna notita, hacerle un llamado, o llevarle flores”.
Del mismo modo, “si ella intuye que el hombre no se siente cómodo, cuando estima, que más que una conversación, parece un interrogatorio, debe evitar acosarlo con este tipo de comportamiento”.
El propósito de estas recomendaciones es llegar a una sinergia, “a la integración de dos energías que, en lugar que competir, se integren y logren una totalidad mucho más fuerte”.
Tendencias más comunes de ¿cómo piensan las mujeres y los hombres?
Algunas de las tendencias más comunes en el comportamiento de la mujer y del hombre, y cómo influyen en una relación de pareja.
¿Cómo piensan las mujeres?
1.- Comunicación Descriptiva:
Describen las situaciones con lujo de detalles, y esperan del hombre un comportamiento similar, abordándolo con preguntas. La mujer puede inferir que si no te responde como espera (tan comunicativo y descriptivo como ella), es porque «el no me quiere» o «no le importo».
2.- Preguntan más:
Al ser ellas descriptivas, les gusta conocer los detalles de la situaciones vividas, es natural que pregunten mucho más. Y su postulado o justificación para esta mentalidad bien podría ser: «Así se da cuenta de que me preocupo por el».
3.- Pueden compartir los sentimientos con espontaneidad:
Siempre se ha dicho que al sexo femenino le resulta más sencillo compartir y expresar sus sentimientos y emociones. Con esta conducta, espera llevar el mensaje de que «el sepa cuanto me importa». Nuevamente, ella espera de su pareja una respuesta similar, de expresiones de afecto: y si no las recibe, una vez más tiende a pensar por ejemplo que «no me ama».
4.- Predomina lo emocional:
En la mujer, el aspecto emocional tiene un valor preponderante en su vida. Y puesto que tiene el sentimiento más a flor de piel, lo maneja con mucha más facilidad. De ahí que se le facilite decirle al ser amado que lo quiere. Sin embargo, al no recibir la misma reacción de su pareja, tiende a sentirse mortificada por el hecho de que no exterioriza su sentir. Esto puede dar pie a especulaciones tales como ‘Me está ocultando algo’, o a interrogantes como ‘¿Por qué no me besa delante de todos si en verdad me ama?’.
5.- Necesitan ser escuchadas:
Es importante entender que, muchas veces, cuando la mujer habla, lo hace para ser escuchada y no necesariamente para buscar soluciones. Se trata de una especie de desahogo. Su discurso puede ser ‘Sólo te estoy contando lo que me pasa porque necesito comunicarlo’. ‘Prestame atención’
6.- Son sumamente románticas: Una de las características más conocidas en la mujer es su tendencia hacia el romanticismo. Se ilusionan con los detalles: Recibir flores un día no esperado, un llamado, las manifestaciones de afecto. Por eso espera a su vez, que su pareja actúe del mismo modo.
7.- Buscan tener mayor intimidad:
Desean conocer hasta el último detalle sobre lo que siente y desea el ser amado. Creen que para poder saber más de su pareja, necesitan tener mayor intimidad. Para ella es una forma más de demostrar cuánto lo aman.
¿Cómo piensan los Hombres?
1.- Comunicación binaria:
Si al hombre se le pregunta algo, responde ‘sí’ o ‘no’, sin agregar mucha explicación. Con esto dan por terminado el discurso. Ante la insistencia de la mujer para que continúe su diálogo, puede pensar ‘¡Por Dios!, ¡Ya te contesté! Por el momento no quiero hablar más’, o ‘¡Basta de hablar!’.
2.- Muchas preguntas los pone a la defensiva: Si se les pregunta demasiado, pueden sentir que es un interrogatorio. Automáticamente, como un “mecanismo de defensa” brindan respuestas muy breves. Incluso, pueden llegar a sentirse molestos por tener que dar tantas respuestas. Esto a su vez, los lleva a una comunicación binaria.
3.- Reflexionan más antes de expresar sus sentimientos:
Contrario a la mujer, el hecho de expresar espontáneamente sus sentimientos le da al hombre una sensación de vulnerabilidad. No están acostumbrados a demostrar lo que sienten. Por lo tanto, necesitan reflexionar más sobre sus emociones.
4.- Son más lógicos y racionales:
Por lo general, en el sexo masculino se muestra una mayor tendencia al pensamiento lógico y racional sobre lo emocional. Esto tiene que ver con el aspecto de querer manejar sus sentimientos. Mientras ella reclama por no tener señales de amor (tipos de amor), él puede llegar a sincerarse y confesarle, por ejemplo: ‘Debes tener en cuenta que a mí me cuesta mucho demostrarlo’.
5.- Escuchan para dar soluciones:
Al hombre, simplemente escuchar sin dar consejos o soluciones le resulta difícil. Por eso muestra la tendencia a brindar alguna solución por cada problema que le exponga su pareja. Ante el desahogo de ella, él puede cuestionarse ‘¿Para qué me cuenta todo eso si no es para que le sugiera cómo resolverlo?’
6.- Les atraen los retos y los desafíos:
Opuesto al romanticismo, el sexo masculino prefiere vivir emociones que le generen acción, le atrae todo aquello que se muestre ante él, como un reto o un desafío. En lugar de emocionarse por una película romántica (como sucede en la mujer), es posible que prefiera una que incluya escenas que exalten su adrenalina.
7.- Quieren tener control y poder:
Al hombre no lo mueve la intimidad. Lo motiva el control, la sensación de ser poderoso. Sentir que maneja al mundo.
El propósito de saber como piensan los hombres y las mujeres es llegar a una sinergia, “a la integración de dos energías, que en lugar que competir, se integren y logren una totalidad mucho más fuerte”.