Mente
¿Que es la mente? ¿Somos pensados o controlamos lo que pensamos libremente? Te invito a profundizar en este articulo relacionado a la mente humana!
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¿Qué es la mente?
Los orientales suelen decir que la mente es una especie de “mono loco” que, para colmo, está ebrio. Es bien sabido que el mono, en general, se caracteriza por no estar quieto nunca; va saltando de árbol en árbol, corriendo de un lugar a otro, sintiéndose atraído por todo aquello en lo cual posa su mirada. Si a eso le agregamos la ebriedad y la locura, veremos que es muy difícil que permanezca quieto y sin hacer ningún tipo de monerías. La analogía que hacen los orientales sobre la mente y el mono tiene muchísimos años, lo que nos hace inferir que en el pensamiento oriental ya sabían sobre el comportamiento de la mente y los enredos que podía ocasionar.
La gente me comunica de diferentes formas, lo que sería esa Mente Parlanchina; las expresiones más comunes son las siguientes:
- Ese otro yo me tiene mal.
- No puedo controlar mis pensamientos.
- Hay algo más fuerte que yo.
- Un parloteo en mi cabeza me hace sufrir.
- Siento que mi mente está siempre en otro sitio.
- No consigo concentrarme.
- Imagino demasiado.
- Me resulta muy difícil vivir el aquí y ahora.
- En mi cabeza siempre hay dos que se pelean.
- Pienso en situaciones dolorosas que ya pasaron.
Extracto del libro Psicomeditación de Roberto Tirigall
Función de la mente y de los hemisferios cerebrales
Podemos dividir al cerebro en dos hemisferios. El hemisferio cerebral izquierdo, que es el encargado de pensar con lógica y precisión y el hemisferio cerebral derecho, que tiene a su cargo la función de imaginar, crear, intuir, y no es tan lógico como el izquierdo.
Si nuestra profesión fuera la de un individuo que maneja bien los números, por ejemplo, un matemático, físico o contable, estaríamos utilizando con mayor predominio el hemisferio cerebral izquierdo. En el caso de un artista, músico o poeta, trabajaría con más frecuencia el hemisferio cerebral derecho.
Siempre estamos hablando de personas, que usan la mitad de su cuerpo o hemicuerpo derecho con mayor habilidad, comúnmente se las llama diestras.
Para los zurdos, según algunas investigaciones se produce lo mismo, pero al revés. Donde el hemisferio cerebral izquierdo actúa imaginando y creando, mientras el derecho piensa de manera lógica y racional.
Las cuatro funciones de la conciencia
Para un mejor entendimiento de la conciencia, vamos a describir sus cuatro funciones:
- Pensar: Se caracteriza por hacer un permanente uso del pensamiento y de la razón.
- Sentir: Hay un predominio de las emociones, sentimientos y estados de ánimo
- Sensopercibir: Funcionan principalmente los sentidos (visión, audición, olfato, gusto y tacto) y su percepción (color, ruido, olores, sabor y contacto corporal). Hay mucho interés por el mundo de lo material (casas, carros, objetos en general, todo lo relacionado con la naturaleza, etc).
- Intuir: Existen situaciones que no las podemos percibir por medio de los sentidos (visión, audición, olfato, gusto y tacto) pero las intuimos a pesar de todo (cuestiones de tipo esencial o espiritual).
Hay personas que tienen como predominio el pensar y les cuesta mucho poder expresar sus verdaderos sentimientos. Otros se rigen por el sentir, donde todo lo que les pasa en la vida, lo viven muy emotivamente, como si fuera una cuestión de vida o muerte.
Existen aquellos que se manejan en el mundo de las sensaciones y percepciones (sensopercibir), dando mucha importancia a todo lo material. Por último están los que pueden intuir o poner toda su atención no en lo material, sino en lo esencial o espiritual.
¿Qué es el inconciente y cómo funciona?
El inconciente está conformado por deseos, pulsiones, y diferentes elementos reprimidos que no son de fácil acceso a nuestra conciencia.
Según Freud, en su primera tópica, dividió al aparato psíquico en tres elementos: Conciente, preconciente e inconciente.
Conciente
La mente conciente le permite al sujeto comunicarse de una forma racional y tener una perpcepción de la realidad. Existe una conciencia de sí mismo y del mundo externo que rodea al sujeto.
Preconciente
La mente preconciente no se encuentra ni en la conciencia ni en el inconciente. Sería un conjunto de vivencias, pensamientos y sentimientos que momentáneamente no están en nuestra conciencia, pero no se encuentran reprimidos. Por eso, es posible acceder a ellos.
El sujeto puede no ser conciente en el momento de los pensamientos y sentimientos, pero puede traerlos a la conciencia.
Inconciente
Está conformado por una serie de procesos mentales que no son accesibles a la conciencia. Para Freud, las fuerzas ocultas del inconciente (deseos, eventos traumáticos, etc) son las que actúan sobre nuestro comportamiento y personalidad. Él compara el aparato psíquico con un iceberg o masa de hielo, donde la parte visible y levemente sumergida corresponde a lo conciente y preconciente. Mientras la parte que no se ve y está profundamente sumergida, es lo inconciente.
Características de la mente humana
La mente humana está formada por una serie de procesos concientes e inconcientes que abarcarían: la capacidad de razonar, la percepción, la memoria, la imaginación, la creatividad, el aprendizaje y la capacidad de simbolización.
A veces, suele hablarse de mente cerrada o mente abierta
Mente cerrada
Se encuentra fijada en los patrones o condicionamientos sociales. Se caracteriza por no querer salir de las ideas u opiniones que tiene establecidas. No va a salir del paradigma que ya ha incorporado.
Mente abierta
Se caracteriza por ser más plástica o muy flexible. Por lo general, puede adaptarse a nuevas ideas o paradigmas. Este tipo de mente se encuentra en un continuo aprendizaje.
¿Son muchos los pensamientos que genera la mente?
El ser humano promedio tiene alrededor de cincuenta mil pensamientos diarios que arriban a su mente y muchos de ellos son sumamente tóxicos. Si pudiésemos pensar todo lo que realmente queremos, no tendríamos estrés, miedos, ansiedades ni depresiones. Sin embargo, los hechos nos demuestran que los pensamientos “nos piensan”, es decir, que ellos arriban a nuestra conciencia más allá de nuestra propia voluntad.
Conviene tener claro que el hecho de querer dominar los pensamientos provocaría un conflicto mucho mayor. Esto ocasionaría una especie de pelea o guerra entre los pensamientos, lo que, paradójicamente, nos alejaría del camino hacia la paz interior.
Al comprender que los pensamientos son como nubes errantes en el cielo de nuestra mente, dejaremos de combatirlos y adoptaremos una posición mucho más calmada y serena. Si dejamos que los pensamientos “piensen” lo que quieran, recordando que son solamente pensamientos, poco a poco perderán su poder ante nosotros.
Es como ver una película de terror: la primera vez provoca mucho miedo, pero cuando la volvemos a ver más de una vez, el miedo cada vez es menor. Y si la viéramos muchas veces el miedo probablemente se disolvería por completo.
Construimos nuestra imagen corporal
Los seres humanos construimos por medio de imágenes y pensamientos lo que se llama la imagen corporal. Esto quiere decir que todos poseemos una imagen de lo que creemos que somos, que no necesariamente es nuestro cuerpo real.
Es muy común ver una enfermedad como la anorexia, donde la paciente sostiene que se ve con más peso, aunque la balanza le indica que está muy por debajo del peso recomendado de acuerdo a su estatura o configuración ósea. Sabemos que en muchos casos, su vida puede correr peligro.
Nuestro cuerpo real recibe no sólo el impacto de lo que pensamos e imaginamos, sino también de un bagaje de deseos, sentimientos, emociones, fantasías, etc.
Como ven, no importa si uno es lindo, feo, gordo o flaco, lo importante es la autoimagen que nos hemos creado.
En Oriente suelen decir que ni tu peor enemigo te puede dañar tanto como tus propios pensamientos.
Lo que pensamos se proyecta en nuestro cuerpo
¿Nunca les pasó que al ver a una mujer o un hombre con muy lindos rasgos, cuerpo de Adonis o atlético, no sintieron ninguna atracción?
Recordemos que el cuerpo solo en sí mismo no transmite nada, pero lo que pienso, imagino y siento de mi cuerpo transmite mucho.
Por ende, si una persona no se siente atractiva proyectará esa insatisfacción que tiene de su imagen y los demás lo percibirán como él se ve a sí mismo, a pesar de que tenga unos rasgos físicos bonitos.
Por el contrario, puede que un individuo no sea muy lindo, pero al tener pensamientos positivos sobre sí mismo le hacen ser muy atractivo.
Es necesario tomar conciencia de los pensamientos, imágenes y sentimientos tóxicos que deterioran nuestra autoimagen y aprender a soltarlos como si fueran carbones calientes.
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